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GUATEMALA EN SU PEOR MOMENTO
La decisión del Presidente de Guatemala, Jimmy Morales, de declarar como persona non grata al Jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) Iván Velásquez, y su posterior intento de expulsión del país ha desencadenado una grave crisis en la nación centroamericana desde 2015, año en el que fue encarcelado el expresidente Otto Pérez Molina, y su vicepresidenta Roxana Baldetti al hallarlos responsables de encabezar una organización criminal y una red de corrupción que operaba desde la autoridad recaudadora de impuestos guatemalteca (SAT).
La crisis se inició cuando la CICIG, misión de la ONU que actúa como una suerte de Fiscal Internacional y que trabaja conjuntamente con el Ministerio Público en la investigación de las actividades de cuerpos ilegales y aparatos clandestinos enquistados en el gobierno, a los cuales se atribuye debilitar la institucionalidad, haciendo de Guatemala una de las naciones más corruptas del continente americano. Por tal motivo, se pidió el retiro de la inmunidad del Presidente a fin de investigarlo por la presunta comisión de un delito de financiamiento electoral ilícito, y es que según lo señalado por la Fiscal General y el Jefe de la CICIG, Jimmy Morales no cumplió con su función de entregar informes contables y financieros bloqueando auditorias del Tribunal Supremo Electoral cuando fungía como Secretario General del ahora partido de gobierno.
El mandatario guatemalteco, después de sostener una poco fructífera reunión en Nueva York con el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ordenó la salida inmediata del país del alto comisionado de CICIG argumentando un exceso en el desempeño de sus funciones al intervenir en asuntos internos y ejercer presión sobre el parlamento por reformas constitucionales. Pero la respuesta internacional no se hizo esperar y Alemania, Reino Unido, la Unión Europea, Canadá y Corea del Sur, anunciaron su apoyo a Iván Velásquez y la ONU, incluso Estados Unidos manifestó que sancionaría al país centroamericano. Así mismo, un grupo de ciudadanos, en apoyo de Velásquez, interpuso un recurso de amparo contra la decisión de Morales, recurso que la Corte de Constitucionalidad de Guatemala consintió, dejando en suspenso la expulsión del Jefe de la CICIG.
Guatemala se encuentra atravesando una grave crisis política que ha descubierto el endeble soporte sobre el que se asentaba el ejecutivo, y es que la renuncia de algunos miembros del Gabinete Ministerial, entre ellos la Ministra de Salud Pública y Asistencia Social, y la remoción del Ministro de Relaciones Exteriores, son muestra palmaria de esta fragilidad. Pero lo más importante y preocupante es la incertidumbre de saber si al final de esta crisis se debilitará aún más la ya débil institucionalidad de Guatemala o si por el contrario está se fortalecerá. Ahora, todo está en manos del congreso, si este decide acatar la decisión de la Corte Suprema de Justicia de levantar la inmunidad del Presidente a fin de que responda por la presunta comisión del delito de financiación ilícita, solo así podremos ver muestras de robustez y fortalecimiento de la institucionalidad y un auténtico compromiso de lucha contra la corrupción.
