OPOSICIÓN SUDAFRICANA QUIERE ADELANTAR ELECCIONES GENERALES

Luego que el Tribunal Constitucional de Sudáfrica diese su consentimiento para que la Asamblea Nacional sudafricana realizase una votación en secreto en caso de presentarse una moción de censura contra el presidente Jacob Zuma, el pasado 8 de agosto desaprobó por cuarta vez –con 177 votos a favor, 198 en contra y 9 abstenciones– una censura contra Zuma. Se necesitaba la mayoría absoluta de la Cámara Baja del Parlamento de Sudáfrica –201 votos de 400–, el partido de oposición que la solicitó –la Alianza Democrática– cuenta con 89 miembros para la legislatura 2014-2019.

Zuma –quien es jefe de Estado desde 2009– está involucrado en casi 800 casos de corrupción, los dos escándalos más graves: uno por el uso indebido de fondos públicos para realizar mejoras en un inmueble rural en Nkandla –el Tribunal Constitucional de Sudáfrica le ordenó que reembolsara la suma de 7,8 millones de rand (unos 587,800 dólares estadounidense), él se negó a cumplir con el mandato–, y el otro por tráfico de influencias conocido como Guptaleaks –a Zuma se le acusa es de “estar bajo la influencia y de favorecer los intereses de una familia de empresarios indios, los Gupta”–. También se le responsabiliza de la recesión por la que atraviesa Sudáfrica, el desempleo se encuentra alrededor del 27,4% y sigue en aumento.

Al menos 26 miembros del oficialismo votaron a favor de la moción, otros se abstuvieron o prefirieron ausentarse de la votación secreta, era la primera vez que se realizaba de esta forma para evitar represalias. El partido oficialista Congreso Nacional Africano posee 249 escaños en la Asamblea Nacional y atraviesa por la peor crisis interna desde el fin del apartheid en 1994. Zuma los calificó de traidores y exigió que fuesen sancionados por la comisión disciplinaria de su partido.

Los miembros más antiguos del partido impulsado por Nelson Mandela exigieron la dimisión de Zuma, cuyo mandato culmina en 2019. El Congreso Nacional Africano pierde popularidad, en las elecciones municipales de 2016 fue derrotado en las ciudades sudafricanas más importantes –Ciudad del Cabo, Johannesburgo, Pretoria y Puerto Elizabeth–. Mmusi Maimane, líder del partido Alianza Democrática, dijo que “Jacob Zuma es la manifestación de lo que el Congreso Nacional Africano se ha convertido, un mix tóxico de corrupción, amiguismo y nepotismo”. Las próximas elecciones partidarias del oficialismo se tendrán que llevar a cabo en diciembre de este año.

El 10 de agosto, la Alianza Democrática presentó una iniciativa para disolver el Parlamento sudafricano y convocar a elecciones generales anticipadas. Esta será debatida el próximo 5 de septiembre, algunos críticos opinan que nada mejorará en Sudáfrica aunque adelanten las elecciones, el Congreso Nacional Africano seguirá conduciendo el gobierno sudafricano pero con otro rostro, el de Nkosazana Dlamini-Zuma, ex esposa de Zuma.