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EL RESURGIMIENTO DEL ODIO: El caso de Charlottesville
Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel o su pasado o su religión. Este fue uno de los tweets con el que Barack Obama, expresidente de los Estados Unidos, condenó el atentado racista llevado a cabo en la ciudad de Charlottesville el fin de semana pasado, en el estado de Virginia, Estados Unidos.
Los disturbios tuvieron inicio a partir de las protestas iniciadas por ultranacionalistas ante la propuesta de remoción de la estatua del General Robert E. Lee, quien luchó en la guerra civil de Estados Unidos como representante de los Confederados, apoyando a la esclavitud. Grupos ultranacionalistas, o también llamados supremacistas blancos se congregaron en la ciudad para protestar por la próxima remoción de dicha estatua, y al encontrarse con sus opositores, se iniciaron los disturbios, posteriormente en la escena apareció un automóvil que embistió a la multitud opositora a los supremacistas, quienes propugnan que la raza blanca es superior, y como resultado una persona murió y dejó a 19 más heridas. El responsable, un joven de 20 años, parte de estos grupos ultranacionalistas/neonazis ha sido acusado de asesinato en segundo grado por tratarse de un acto premeditado.
EL RESURGIMIENTO DE LA ULTRADERECHA
El incidente en Charlottesville dejó una joven fallecida que luchaba por mantener desterrados los argumentos que defienden los movimientos de ultraderecha en Estados Unidos, posteriormente el alcalde del Condado lamenta el incidente y el presidente Donald Trump afirma que “La violencia vino de ambos lados…”, despertando así las críticas tanto de republicanos como de demócratas. Sin embargo, la verdad es una sola. Los movimientos que defienden la supremacía de una “raza blanca” están de regreso o quizás jamás desaparecieron.
Estos grupos en su mayoría se concentran en Estados Unidos, y se considera que se mantuvieron activos desde que la Guerra Civil concluyó con la rendición general de los confederados, los estados del Sur, quienes se oponían a la abolición de la esclavitud y la defendían en todas sus formas.
El más claro ejemplo de la ideología de estos grupos es el caso del Ku Klux Klan (KKK), el grupo supremacista blanco más infame de Estados Unidos, formado por oficiales exconfederados en 1865. En general, discriminan a afroestadounidenses, judíos, inmigrantes y a miembros de la comunidad LGTBI, llevan a cabo linchamientos y ataques contra todo aquél que se atreva a retar a la supremacía blanca. Sus miembros activos se estiman entre 5 000 y 8 000 personas. [1]
Otro grupo en avance es el llamado Derecha Alternativa o “Alt-Right”, quienes rechazan la corrección política y emiten comentarios racistas, antisemitas y anti musulmanes, su presencia es eminentemente virtual y se desconoce su número aproximado de simpatizantes.
Grupos neonazis también han aprovechado este auge para reaparecer en la escena, sus ideas no han cambiado, continúan con sus ideales antisemitas y admiran a Adolfo Hitler y la Alemania Nazi.
Lo importante en adelante es cómo manejarán los principales actores políticos este nuevo afianzamiento de poder por parte de grupos extremistas, porque de seguirse emitiendo comentarios ambiguos como el realizado por el presidente de los Estados Unidos, al afirmar que la violencia viene de ambos lados, tanto de ultranacionalistas como opositores, sin hacer énfasis en la ideología descomedida que defienden los primeros, a la larga puede traer problemas mucho más graves y desgarradores que terminen tiñendo de sangre nuestra historia con episodios tan trágicos como los vividos en escenarios como la Segunda Guerra Mundial.
[1] http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-40917188
