Relaciones China-Reino Unido: la proyección económica de China y las protestas en Hong Kong
Sin duda alguna, son muchos los temas que se pueden analizar respecto de las protestas en Hong Kong. Y son también muchas las preguntas que pueden plantearse, aún más desde este lado del mundo. Por ejemplo, ¿en realidad fue la presión de los manifestantes lo que hizo que se retirara el Proyecto de Ley de Extradición?, ¿Por qué la China de Xi Jinping, con toda la influencia que ejerce en los políticos de Hong Kong, dejaría “caer” este Proyecto de Ley sabiendo las respuestas que vendrían de países como el Reino Unido y Estados Unidos? Sin embargo, lo menos apropiado es intentar especular el rumbo de Hong Kong, lo que pasaría con las relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y China en el 2047, fecha en la que acabaría el estatus de “Un país, dos sistemas” de Hong Kong, entre otros escenarios. En ese sentido, el presente artículo de opinión se centra en una cuestión básica: el rol que juega Hong Kong en la proyección económica China, a propósito de sus relaciones diplomáticas con el Reino Unido.
Proyección económica china y el papel de Hong Kong
En el 2013, durante sus viajes a Indonesia y Kazajistán, Xi Jinping anunció la multimillonaria iniciativa ‘Belt and Road’, la cual implica un desarrollo de infraestructuras en casi 60 países para conectar diversas regiones del mundo, que algunos consideran es “La ruta de la Seda del Siglo XXI” [1]. Se podría decir que, para ayudar a este fin, impulsado desde Pekín, se creó en el 2014 el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), cuya labor queda prácticamente explícita en su nombre. Algo importante a resaltar en este punto, es un miembro que se unió a esta institución en el 2015: el Reino Unido [2]. A inicios de ese año Londres se incorporó a dicho Banco, agitando el “orden financiero global”, preocupando a Washington, y puede entenderse. Ahora, al 2019, son 4 los miembros del G-7 que pertenecen al AIIB, pero en el 2015, el que Reino Unido, aliado sólido en cuanto a asuntos geopolíticos, haya decidido fortalecer lazos económicos y diplomáticos con China, preocupó a Estados Unidos.
Esto empieza a tomar especial relevancia con la llamada “Guerra Comercial” entre Estados Unidos y China. Estas imposiciones arancelarias, dicen algunos analistas, que puede afectar o dejar más expuesta a China, debido a que exporta a Estados Unidos mucho más de lo que importa desde ese país [3]. Esto nos lleva de nuevo a Hong Kong. En un artículo de la BBC se analizaba el papel que jugaba Hong Kong en la disputa entre las potencias [4]. A pesar del escepticismo que se planteó sobre cómo podría sobrevivir al autoritarismo de China, esta “región administrativa especial” se convirtió en una importante área estratégica para China. Ya para el año 2000, Hong Kong, con menos de la mitad del tamaño de toda Lima, se había convertido en el tercer centro financiero más importante del mundo. Debido a la independencia del Estado de Derecho y el Sistema Judicial, mucho más luego de la ‘Ley de Política de Hong Kong’, promulgada por el Congreso estadounidense, Hong Kong se vio como un lugar seguro para las compañías. En ese sentido, China, puede decirse, ha sacado provecho de que la región sea tratada de manera especial en cuanto a asuntos económicos y comerciales para, por ejemplo, evitar impuestos por Washington en sus productos tecnológicos. Pero, ¿podría este escenario cambiar?
El congresista republicano por New Jersey, Christopher H. Smith, introdujo el 13 de junio de este año el “Hong Kong Human Rights and Democracy Act” [5]. Ley que, de ser aprobada, le daría facultades al presidente de Estados Unidos para penalizar a políticos chinos que interfieran con los asuntos de Hong Kong, incluso llegar a revocar el estatus económico especial mencionado líneas arriba. Entonces, China, con tal de controlar la situación en Hong Kong, estaría en una “encrucijada” entre ‘intervenir’ la región o dejar que sigan las manifestaciones.
¿Controla o no China las protestas en Hong Kong?
Carrie Lam, directora ejecutiva de Hong Kong, presentó a inicios de agosto un informe a Beijing evaluando las cinco demandas claves de los manifestantes [6]. El gobierno central chino rechazó de plano la propuesta de Lam de retirar el proyecto de Ley de Extradición y le ordenaron no ceder en cuanto a las otras demandas. Esto daba cuenta de hasta qué punto China estaba controlando la respuesta del gobierno hongkonés a las manifestaciones. Se decía también que Hong Kong estaba al borde de declarar una “regla de emergencia” para contrarrestar a los manifestantes antigubermentales [7]. Esta Ordenanza de Reglamentos de Emergencia era una de las armas legales más poderosas de todas las opciones del gobierno ejecutivo de Hong Kong. En una entrevista, le preguntaron a Lam si la consideración de este mecanismo legal era cierta. Ante ello, respondió que “todas las Leyes en Hong Kong, si pueden proporcionar un medio legal para detener la violencia y el caos, este gobierno es responsable de investigarlas y considerarlas”.
China ha descrito las manifestaciones en Hong Kong como “actos terroristas” [8]. Luego de los eventos en el aeropuerto de Hong Kong, el gobierno de China, apelando al “daño a la imagen internacional de Hong Kong” y los “sentimientos de una gran cantidad de compatriotas de China continental”, criticó duramente a los manifestantes. Incluso, medios estatales chinos informaron que el gobierno estaba construyendo una gran fuerza policial en Shenzhen, una ciudad a solo 30 kilómetros de Hong Kong. Por último, en agosto, desde la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del gobierno central chino, el vocero advirtió que “aquellos que juegan con fuego, se quemarán”, que le “gustaría advertir a todos los criminales: nunca más vuelvan a malinterpretar la situación y confundan nuestra moderación con debilidad” [9]; a inicios de septiembre, la portavoz de la misma Oficina, dijo a los periodistas que el estado de Hong Kong como territorio chino no está en discusión y Beijing no se quedara de brazos cruzados si la situación pone en peligro la seguridad nacional [10]. Parecía entonces que el gobierno chino tenía relativamente controlada la situación, o por lo menos, tenía claro cómo actuar en caso las protestas sigan, que no cederían en las demandas, que actuarían firmemente, etc. Sin embargo, eso cambió el 4 de septiembre.
Hace unas semanas, la líder de Hong Kong anunció el retiro final del controvertido proyecto de Ley de Extradición que desencadenó toda una ola de protestas en el territorio autónomo. El anuncio de Lam se produjo un día después de que negó haber renunciado al gobierno central en Beijing, a pesar de que una transmisión grabó su comentario a los empresarios de Hong Kong y agregó que su margen de acción fue “muy limitado”, así mismo que la situación era un tema de soberanía y seguridad nacional para Beijing, agravada por la “guerra comercial” y tecnológica con Estados Unidos [11]. Cabe entonces preguntarse si el gobierno chino no pudo controlar la situación, si los manifestantes fueron lo suficientemente influyentes para que la China de Xi Jinping, de cierta forma, cediera con la Ley de Extradición, si Xi Jinping se mostró débil frente a las manifestaciones y si se está arriesgando a que en otras regiones puedan protestar también. ¿O estamos frente a una estrategia del gobierno chino que simplemente aún no comprendemos? Y a toda esta situación, las relaciones China-Reino Unido cobran relevancia.
Relaciones China-Reino Unido
En diciembre del año 2017, el gobierno británico anunció una “nueva fase” en la llamada “Era Dorada” de las relaciones con China, con acuerdos de cooperación en ámbitos como servicios financieros, en el área de comercio e inversión. La noción de una “Era Dorada” fue acuñada por el gobierno bajo el ex primer ministro David Cameron, con el fin de promover la visita de Estado de Xi Jinping en el 2015. Pero es posible que esta visión nunca se haya materializado [12]. Como socio comercial, para China, el Reino Unido se encuentra por debajo de Australia, Corea del Sur, Malasia y otros. Así mismo, ha reconocido a la Unión Europea como un mercado clave para las exportaciones y la inversión. Debido a que ahora, en la era posterior a la crisis de 2008, en la que Reino Unido es al mismo tiempo uno de los muchos socios especiales de China y otro más que compite por la atención económica china, podríamos decir que esta “Era Dorada” ha sido de China, y el Reino Unido se ha caracterizado por ser un jugador marginal en este asunto. Incluso, un Informe parlamentario británico expuso que se “debía recalibrar la política hacia China para tener en cuenta la consolidación del poder en manos del Partido Comunista Chino bajo el presidente Xi” [13]. Todo ello se complicó claramente con el Brexit, en el que Beijing expresó su preferencia de que [el Reino Unido] permaneciera en la Unión Europea [14]. Esto debido a que con el acceso al mercado único europeo como un atractivo tradicional para las inversiones, es muy probable una reformulación de la política China dependiendo del tipo de salida que haga el Reino Unido, ya que necesitarían convencer a Beijing sobre qué más pueden aportar.
Actualmente, el nuevo primer ministro británico no sigue los pasos de Trump cuando se trata de hablar sobre China [15]. En julio, Boris Johnson dijo en una emisora de televisión en chino que “estamos muy entusiasmados con la iniciativa Belt and Road”, “le damos la bienvenida a los 155,000 estudiantes chinos que se encuentran en Gran Bretaña”, y también calificó a Gran Bretaña como “afortunada” por tener tantos productos procedentes de China. Es posible que el Reino Unido y Estados Unidos puedan llegar a un acuerdo provisional sobre cómo tratar, por ejemplo, a Huawei, pero el primer ministro británico se encuentra en una posición en la que no sabe cómo le irá a la economía de su país una vez que el Brexit se materialice. Por lo que, si el Reino Unido, es “inteligente” y establece ciertos incentivos, puede transformarse en un imán para la inversión no solo de otras naciones de Europa, sino de China y Asia en general. Y esto nos regresa otra vez al asunto de Hong Kong.
Así, considero que es muy improbable un escenario en el que Reino Unido pueda tener mayor agencia en el asunto de Hong Kong. Si bien hay, por ejemplo, un parlamentario británico que ha pedido organizar una comisión independiente para investigar la excesiva represión contra los manifestantes en Hong Kong, concentraciones que piden el apoyo a Estados Unidos y el Reino Unido, estos no tendrían tanta repercusión. Esto se debe a lo que se ha tratado de hilar en este breve artículo, esto es: la proyección económica de China, el querer para dentro de unos años ser la primera potencia globalizadora, que esto involucre a Hong Kong como un tema, si bien no central, pero sí de suma importancia, que el Reino Unido esté pasando por momentos como el Brexit y, el que ya esté reforzando sus lazos diplomáticos y económicos con China. Debe considerarse que, al ser aquella, la primera “potencia” occidental en unirse al AIIB, hace que de alguna manera los británicos estén supeditados a las prioridades de Beijing, o por lo menos, que no puedan condenar libremente la violencia contra los manifestantes y mucho menos tomar acciones concretas, ya que ello puede tensionar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Referencias:
Imagen: Suzanne Plunkett, Reuters.
[1] The Guardian. (30 de julio de 2018). What is China’s Belt and Road Initiative?. Recuperado de https://www.theguardian.com/cities/ng-interactive/2018/jul/30/what-china-belt-road-initiative-silk-road-explainer. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[2] EL PAÍS. (13 de marzo de 2015). El apoyo británico a un proyecto chino agita el orden financiero global. Recuperado de https://elpais.com/internacional/2015/03/13/actualidad/1426265583_967036.html. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[3] BBC Mundo. (2 de abril de 2018). Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-43621781. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[4] BBC Mundo. (9 de agosto de 2019). Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-49275612?fbclid=IwAR0ETRfRR-LffTMPJDd8gJgZNfCWz20DL-GDRuyhjGYi6irGd8sQkfR809Q. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[5] Congreso de los Estados Unidos (2019). Recuperado de: https://www.congress.gov/bill/116th-congress/house-bill/3289. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[6] Reuters. (30 de agosto de 2019). Exlusive: Amid crisis, China reject Hong Kong plant to appease protesters – sources. Recuperado de: https://www.reuters.com/article/us-hongkong-protests-china-exclusive/exclusive-amid-crisis-china-rejected-hong-kong-plan-to-appease-protesters-sources-idUSKCN1VK0H6. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[7] South China Morning Post. (30 de agosto de 2019). Is Hong Kong on the brink of declaring emergency rule to deal with anti-government protesters?. Recuperado de: https://www.scmp.com/news/hong-kong/politics/article/3024980/hong-kong-brink-declaring-emergency-rule-deal-anti. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[8] Al Jazzera. (14 de agosto de 2019). China slams ‘terrorsit-like actions’ by Hong Kong protesters. Recuperado de: https://www.aljazeera.com/news/2019/08/china-slams-terrorist-actions-hong-kong-protesters-190814085332915.html. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[9] BBC Mundo. (6 de agosto de 2019). China advierte a los manifestantes de Hong Kong: “Aquellos que juegan con fuego se quemarán”. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-49250534. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[10] The New York Times. (3 de septiembre de 2019). China says Hong Kong’s status as part of China not up for discussion. Recuperado de: https://www.nytimes.com/reuters/2019/09/03/world/asia/03reuters-hongkong-protests-china-security.html?searchResultPosition=15. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[11] EL PAÍS. (4 de septiembre de 2019). Líder de Hong Kong cede a la presión de manifestantes y retira proyecto de extradición. Recuperado de: https://brasil.elpais.com/brasil/2019/09/04/internacional/1567579841_091142.html. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[12] The Diplomat. (18 de diciembre de 2018). The Golden Era of UK-China relations meets Brexit. Recuperado de: https://thediplomat.com/2018/12/the-golden-era-of-uk-china-relations-meets-brexit/. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[13] UK Parliament. (4 de abril del 2019). China and the Rules-Based International System Contents. Recuperado de: https://publications.parliament.uk/pa/cm201719/cmselect/cmfaff/612/61203.htm. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[14] Jie, Y. (15 de junio de 2016). Recuperado de: https://blogs.lse.ac.uk/brexit/2016/06/15/china-is-an-unexpectedly-strong-supporter-of-the-remain-camp/. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.
[15] The Diplomat. (2 de agosto de 2019). Recuperado de: https://thediplomat.com/2019/08/how-boris-johnson-will-approach-uk-china-relations/. Fecha de consulta: 13 de septiembre de 2019.