INDIA Y PAKISTÁN A 70 AÑOS DE LA INDEPENDENCIA Y CRISIS TERRITORIAL
Este 14 y 15 de agosto se celebró el 70mo aniversario de la Independencia de Pakistán e India, respectivamente, del Imperio Británico, en un ambiente patriótico y festivo a pesar de las constantes tensiones políticas que enfrentan estos Estados con capacidad nuclear. Pero el camino que ambas naciones tuvieron que recorrer para alcanzar el sueño independentista y la codiciada libertad estuvo cundido de obstáculos que devinieron en un complejo y cruento proceso cuyas consecuencias persisten después de más de medio siglo.
Hace 70 años, un alicaído Imperio británico, disminuido como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, perdía su posesión más preciada, la Joya de la Corona, La India, cuya lucha comenzó allá por 1857 con la Primera Guerra de Independencia o Motín de los Cipayos y que culminó, bajo el liderazgo de Gandhi y el movimiento pacifista de desobediencia civil en 1947, y su posterior declaración de independencia el 15 de agosto del mismo año. Pero, el subcontinente indio, que para ese entonces contaba con una población de 400 millones de personas, estaba dividido en 2 grandes grupos religiosos, uno de mayoría hindú y uno minoría musulmana, por lo que la partición de la India en 2 distintas naciones separadas por la religión estaba anunciada.
El nacionalismo indio empezó a organizarse con la formación del Congreso Nacional Indio en 1885 donde la participación de los delegados hindúes fue de 54 frente a solo 2 delegados musulmanes, hecho que originó una justificada preocupación por la defensa de los intereses de este grupo religioso minoritario, sin embargo, no fue hasta el año 1946 que la Liga Musulmana, encabezada por Muhammad Ali Jinnah, obtuvo una genuina participación a la par que el Congreso Indio, y aunque las pretensiones de la Liga solo se basaban en unir los territorios con mayoría musulmana bajo el manto de una nueva constitución india, los constantes enfrentamientos y escaramuzas producto de las tensiones étnicas y religiosas de estos grandes grupos eliminaron las ilusiones de mantener un estado indio unitario que permita que la minoría islámica pueda vivir sin temor en un país mayoritariamente hindú, lo que dio paso al llamado "Plan Mountbatten" para la división del subcontinente en 2 naciones, plan ideado por el último virrey británico de la India Lord Mountbatten.
El plan fue aprobado por el Gobierno Británico, La Liga, el Congreso y los Lideres Sijies y ejecutado en tan solo diez semanas. Las provincias más grandes de la India Punjab y Bengala se dividieron en India y Pakistán, en esta última provincia se estableció Pakistán Oriental (separada por cerca de 1600 Km. de territorio indio de Pakistán), que más tarde se convertiría en la República Popular de Bangladés al proclamar su independencia; pero la partición tuvo como consecuencia uno de los mayores desplazamientos del siglo XX, siendo quizá, como afirma Andrew Whitehead, Profesor de la Universidad de Nottingham “el movimiento más grande de personas, fuera de una guerra o de una hambruna, que el mundo había visto"[1], y es que cerca de 12 millones de refugiados tuvieron que mudarse desde una nación a otra.
Concretada la independencia de India y Pakistán, quedo en al aire la cuestión de Cachemira, una región ubicada al noroeste de India sumamente importante por dos factores: el primero, su estratégica posición franqueada por la Cordillera del Himalaya que permite el acceso al subcontinente indio, y el segundo factor, la importancia de los abundantes recursos hídricos de esta zona, que para Pakistán, un país carente de estos recursos, el agua es un arma en manos de la India, vista la dependencia de su economía agraria.
Al día de hoy estas naciones se han enfrentado en tres ocasiones desde 1947, por el control de esta región, actualmente dividida entre India, Pakistán y China, cuyas tres cuartas partes de su población profesa el Islam, lo que de alguna manera, legitima la posición paquistaní por el control de esta área. El conflicto aún no cesa y desde 1949, año en el que se alcanzó una tregua con el establecimiento de una "línea de control" como frontera de hecho, que hasta hoy no es reconocida oficialmente por ninguno de los dos países, se mantiene como el punto más crítico de sus relaciones.
[1] http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-40911797