PERÚ Y ECUADOR LOGRARON ACUERDOS ANTE LA CONSTRUCCIÓN DEL MURO FRONTERIZO
La semana pasada, Torre Tagle se vio sumamente agitada a raíz de que el día lunes 10 de julio se llamó en consulta (es decir, el abandono temporal de un Jefe de la Misión Diplomática por su gobierno) a su embajador en Ecuador, Hugo Otero. Esto en razón a que el vecino del norte ha venido construyendo un muro como parte del denominado Parque Lineal en la franja derecha del Canal Internacional de Zarumilla, pese a los reiterados pedidos por parte del Estado peruano a fin que se paralice la obra.
Dicha construcción, de acuerdo al comunicado de prensa de Cancillería, constituye un incumplimiento del numeral 21 del Acuerdo de Bases, que es parte de los Acuerdos de Brasilia de 1998, mediante el cual, Ecuador se obligó a dejar una franja de 10 metros al lado derecho del Canal para que ambos países pudieran realizar su mantenimiento y limpieza.
Por su parte, el Gobierno de Ecuador, mediante un comunicado de su Cancillería, lamentó la decisión de su contraparte, fundamentado por la negativa en paralizar una obra que se ejecuta en su territorio. Agregó, que reitera su disposición de mantener una reunión en el curso de la semana, a nivel de cancilleres, para abordar este y otros temas pendientes respecto a las obligaciones que tienen ambos países en el canal fronterizo de Zarumilla.
Pero, ¿qué tiene el muro que generó una disputa diplomática entre ambos Estados? Un interesante informe periodístico presentó la situación desde un plano social, al ser los habitantes cercanos a la frontera, quienes de alguna manera, verán afectados sus intereses por esta construcción. Aunque a simple vista, es una pared blanca que puede caminarse de un extremo a otro en cinco minutos y que empieza con tres metros y medio de altura para terminar en uno, de acuerdo al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda de Ecuador (MIDUVI), la obra será un parque que costará $4.4 millones y correrá en forma paralela al canal internacional por sólo un kilómetro, de los 1529 kilómetros de frontera entre ambos países.
Recordemos que en 1995, Perú y Ecuador fueron los protagonistas de la última guerra entre países de América Latina, por controlar una extensa área de selva amazónica que, en cinco semanas, dejó decenas de muertos. Al lograr la paz tres años después, se acordó un reglamento para administrar el canal de Zarumilla, una acequia limítrofe entre los distritos de Huaquillas (Ecuador) y Aguas Verdes (Perú). En ella destaca que el Perú se comprometió a rehabilitar todo el cauce, y la obligación de Ecuador era la de mantener disponible un área de diez metros en su margen del canal. No obstante, desde la orilla hasta el muro en construcción no hay ni cuatro metros de distancia.
De acuerdo con el ministerio ecuatoriano, el objetivo del muro no es sólo recuperar una zona tomada por la informalidad y la delincuencia, sino protegerse de las inundaciones. Durante el último fenómeno de El Niño Costero, la acequia suele desbordarse hacia los mercados que se encuentran en la frontera, pero ante la construcción del muro, la zona correspondiente al territorio peruano, se convirtió en un pueblo flotante.
En efecto, el Acuerdo de Bases respecto de la rehabilitación o reconstrucción de la bocatoma y obras conexas del Canal de Zarumilla – Grupo de Trabajo sobre el Canal de Zarumilla, celebrado en febrero de 1998, estimaba las obligaciones de ambas partes, donde resaltaremos lo más importante en esta sección.
El Estado peruano, además de la rehabilitación del cauce ya mencionado, debía operar y mantener la bocatoma de conformidad con lo que se acuerde en la Comisión Binacional Permanente y en el Reglamento para la Administración del Canal de Zarumilla; mantener a su costo los sistemas automáticos de medición y transmisión de datos a distancia que se captan o que pasan aguas abajo en el río Zarumilla, para conocimiento del Ecuador.
El Estado ecuatoriano, por su parte, debía presentar al Perú sugerencias para los estudios y diseños que fueran necesarias para la realización de estudios en la ribera de la margen derecha del río Zarumilla, aguas arriba de la bocatoma; construir a satisfacción de ambas partes, las obras de encauzamiento, protección u otros, en la margen derecha, inmediatamente aguas arriba de la bocatoma; remover las edificaciones ubicadas al borde del Canal y eliminar el vertimiento de aguas servidas y de aguas saladas con desechos procedentes de cisternas larveras.
Finalmente, dichas tensiones llegaron a resolverse pacíficamente el pasado 13 de julio mediante un comunicado de prensa conjunto, donde los Cancilleres del Ecuador y del Perú se reunieron para tratar el estado del proceso de integración en la zona fronteriza Huaquillas-Aguas Verdes. En ella, se lograron los siguientes acuerdos:
Ecuador confirmó la suspensión de la construcción del muro en la margen derecha del Canal de Zarumilla, a lo que el Perú agradeció el gesto del gobierno norteño.
Asimismo, se acordó la realización de una reunión a nivel de Vicecancilleres el próximo 24 de julio en Lima, con el objeto de buscar una solución integral en el marco del Acuerdo de Bases de 1998.
El Canciller Ricardo Luna dispuso el retorno de nuestro Embajador Hugo Otero a la ciudad Quito.
Ambos ministros destacaron su compromiso con el pleno cumplimiento de los Acuerdos de Brasilia de 1998 y con el fructífero proceso de integración peruano-ecuatoriano.